A menudo la palabra “disciplina” se confunde con el término “represión”, o aún “sanción”. Una concepción por lo demás anacrónica, y que no tiene cabida en los tiempos actuales .Más, uno de los objetivos de Inspectoría, radica en cautelar , fortalecer, y desarrollar la observancia de la buena conducta de los estudiantes, tanto dentro como fuera del aula, sin que esta cautela se extienda más allá de los límites propios de nuestra labor.
Asimismo, se busca desarrollar las competencias necesarias para que los estudiantes cumplan con las normas establecidas, principalmente en nuestro manual de Convivencia, pero también, gestionar la aplicación de consecuencias lógicas, y su seguimiento, dentro de los protocolos correspondientes.
No obstante lo anterior, y considerando los tiempos actuales, se busca que el cumplimiento de nuestras normas se vea realizado sin privar al niño, niña y adolescente de su autonomía y capacidad de reflexión y raciocinio.
Entre las labores de inspectoría se cuentan:
-Atención de apoderados cuyos estudiantes puedan tener conductas que afecten la sana convivencia
-Velar por el cumplimiento del reglamento de Orden, higiene y seguridad
-Apoyo a docentes encargados de salidas pedagógicas y/o solidarias en lo tocante a medidas de seguridad
-Cuidar por el aseo y buen estado del Establecimiento.
Finalmente, el trabajo de disciplina, no sólo debe limitarse al Colegio, sino que también debe contarse con el respectivo refuerzo en el hogar, desarrollado por padres y apoderados.